domingo, 18 de noviembre de 2012

Tarta de queso de cabra y especias

Mi madre, de vez en cuando, me enseña recetas deliciosas que ha encontrado en revistas, como son por ejemplo los suplementos dominicales de periódicos. En uno de ellos aparecían varias recetas bajo el nombre de "Eco Delicias" en el que aparecía una receta de tarta de queso fresco y apio con un aspecto increíble, y quise adaptarla. Quería hacer una tarta dulce, como para merienda, pero no tan dulce, con contrastes. Para ello hubo dos ingredientes básicos:la mezcla de "pan de especias" (si no tenéis, se puede sustituir, aunque más sencilla, por clavo y canela) y el queso de cabra. Lo primero le dio un toque especiado a la masa. Lo segundo configuró una tarta de queso de sabor más fuerte, que contrastar con una mermelada al gusto.
Los ingredientes son:
- 150 gramos de harina
- 300 gramos de queso de cabra
- 3 huevos
- Aceite de oliva
- Mezcla de especias, que haya canela sobre todo.
- 1 pellizco de azúcar.
- Mermelada al gusto, para servir.
 
La elaboración es bien sencilla. Se hace una masa con la harina, las especias, el azúcar y unas tres cucharadas de aceite.
La masa queda con un aspecto como éste. Luego la tenéis que estirar sobre un molde engrasado con aceite, o forrado con papel de horno. Precalentáis el horno a 200 grados.
Después preparáis la mezcla de huevos con queso en la batidora. Si sois golosos y querés que sea un poco dulce, le podéis añadir otro pellizco de azúcar, pero ya os digo que el contraste con las especias y con la mermelada es mejor sin él. Esta mezcla se vierte sobre el molde con la masa.
 
Si hacéis corto con el queso, se puede añadir de otro tipo, para complementar, como queso de extender.
Después lo metéis en el horno unos 35 minutos, veréis que la superficie se dora.
Se deja al menos templar antes de servir, a mi parecer las tartas de queso están mejor frías. Después se sirve con la mermelada, yo la he probado con la de ciruela y con la de frambuesa, y me ha gustado con ambas.
La combinación de las especias, repito, es muy importante, y la masa verée queda muy fina, y es un poco endeble. Podéis añadir harina si os hiciera falta teniendo en cuenta aumentar las proporciones del resto de ingredientes.
Sencilla, ¿verdad? Como una mañana de domingo debiera ser.
¡Buen provecho!
 


viernes, 16 de noviembre de 2012

Hamburguesas de avena y vegetales

Hace poco quise recuperar la receta, no sólo porque me gustan mucho y porque me sirve para cocinar de otra forma vegetales cuando tengo muchos, sino porque quería demostrar que cuando me pongo a cocinar en casa no sólo cocino bizcochos, tartas y cosas así. De hecho, más bien son pocas veces, pero son más fotogénicos y suelen ser recetas muy agradecidas, ya que con poco esfuerzo la mayoría de las veces salen delicias. Pero si hablamos de agradecidas, esta receta lo es y mucho. Es fácil y se adapta a los vegetales que tengas. Y una vez que las has frito u horneado, se pueden congelar, y se conservan bien, por lo que tienes hamburguesas preparadas.
Se puede también adaptar la forma: yo en una celebración familiar hice mini-albóndigas de setas y avena con una crema de queso azul.
Los ingredientes son:
- 1 taza de copos de avena.
- media taza de agua.
- Verduras, las que tengais, al gusto, unos 200 gramos suficiente. Podéis mezclar de diferentes tipos para "reciclar" restos. Por ejemplo, las que os voy a poner yo son de champiñones y zanahoria.
- Especias y sal al gusto.
 
La receta es bien sencilla. Lo primero es hidratar los copos de avena con el agua. Simplemente la ponéis a remojo y esperais una media hora.
Mientras vais picando la verdura finito, para que no salgan trozos muy grandes. Y después se sofríe en sartén con un poco de aceite de oliva para darle más sabor. Se podrían echar las verduras en crudo ya que después se vuelve a cocinar todo junto, y quedarían menos hechas... eso al gusto. A mí particularmente me gusta cocinarlas antes. Incluso en las de setas que os he contado, después de cocinarlas las batí para hacer una pasta homogénea.
Después unís ambos ingredientes, se añaden especias y sal al gusto y le dais forma. Si quedara una mezcla muy poco sólida, podríais añadir pan rallado.
Mis disculpas por no poner foto del resultado final, pero ¡nos las terminamos muy rápido!
Como buena hamburguesa, se pueden acompañar de salsas al gusto. Os las recomiendo por su sencillez.
Espero que os gusten... ¡Buen provecho! Os dejo con una melodía para acompañar en la cocina, una bossa envolvente.

Pesto de perejil

Ya comenté anteriormente que me encanta el pesto, como pudisteis leer en la entrada con la receta  del mismo. Cuando nos trajeron un buen manojo de perejil con nuestra cesta de verduras me puse a buscar alguna receta, porque hay un límite al perejil que quiero usar como condimento, pero era buena idea tratar de aprovecharlo fresco. Así que investigando apareció el pesto de perejil... ¿es posible? El sabor del perejil y de la albahaca son bien diferentes, y no me imaginaba a mí misma devorando este último como hago con la salsa original. Pero hábía que probarlo... con alguna variante de mi cosecha.
Me inspiré en la receta de conpanypostre añadiendo un poco de mis ideas y de mi improvisación, porque para estas cosas me encanta el ir probando hasta alcanzar el sabor que te gusta de verdad... o descubrir que no tiene remedio ya, en otras ocasiones.
Los ingredientes que yo utilicé son:
- un manojo de perejil, digamos que unos 40 gramos.
- unos 150 ml. de aceite de oliva.
- sal al gusto.
- aceitunas negras deshuesadas, yo diría un puñado.
- piñones, otro puñado... por ser más académicos, digamos que 2-3 cucharadas.
- queso... en la receta original, como veis, pone dos cucharadas de grana padano o parmesano, pero yo utilicé de lo que tenía por casa, que creo que fue un poco de camembert. Me gusta comprobar que puedes hacer la receta sin tener que comprar de propio un tipo especial de queso... salvo excepciones muy justificadas.
 
La receta por lo demás no tiene más misterio que cortar el perejil, echarlo al vaso de la batidora-picadora, y mezclarlo con el resto de ingredientes. Puedes ir corrigiendo de sal, aceite y del resto si lo vas probando.
Está muy bueno. Yo creía que no me iba a gustar demasiado, lo confieso, pero está muy rico.
Como en la ocasión anterior, hemos congelado la mitad para otra comida, ya que pudimos comprobar que se conserva bien y al descongelarlo no se estropea.
 
Tras un gran parón en el blog con el nacimiento de Olivia y otras ocupaciones, voy a pone para terminar una bonita canción llena de esperaza y energía positiva para caminar soniente en estos días que corren.
¡Buen provecho!