Ya había podido probar un mojito de fresas sin alcohol antes de mi embarazo, y me gustó mucho la fresca mezcla de hierbabuena , fresas, el hielo picado... Aunque creo que llamarlo mojito es como un concepto erróneo, pero bueno, digamos que es una especie de cóctel sin alcohol.
Además, hace poco lo llevé a una cena con amigas/os, y mientras yo lo bebía alegremente sin alcohol, los demás le iban añadiendo ron de una magnífica selección de rones de diferentes lugares, así que su transformación en un auténtico mojito es sencilla, basta con mezclarlo en la proporción deseada.
La primera vez que lo hice fue copiando un mojito de pomelo que mi madre hizo para Nochebuena. Como el pomelo no es muy dulce, me pareció un refresco bastante apropiado para comer. Después, en Nochevieja, ya me sentí con la libertad y la (ejem ejem) osadía de hacer además uno propio con ingredientes que tenía por casa, para preparar una larga noche de fiesta apropiada para quien no bebe alcohol.
Hice el zumo de tres grandes pomelos (lo digo un poco de memoria, así que disculpad la inexactitud). Ahora vamos con el ingrediente estrella: tenía por casa una bolsa de frambuesas congeladas...
Echais en algún recipiente las frambuesas, cantidad al gusto, pero con generosidad. El recipiente que os permita manipularlo bien, porque lo primero que vais a hacer es machacarlas. O lo hacéis en el mortero y después lo añadís para la mezcla, como os sea más cómodo.
Una vez machacadas las frambuesas, le añadís el zumo del pomelo. Y a esta mezcla hay que añadirle miel para endulzarlo. A mí me gustó bastante con miel, pero he hecho otros con azúcar moreno y también está muy bueno. Pensad en algo que le dé dulzor, pero no tanto como el azúcar blanco. Por eso la miel es perfecta, y de paso muy energetizante.
Y por último y fundamental para terminar la mezcla, hay que añadir la hierbabuena, cuando hayáis controlado que el dulzor de la mezcla esté a vuestro gusto (por eso no pongo cantidades, lo mejor es que la probéis). Añadid un buen puñado de hierbabuena y de nuevo machacad todo junto, un poco. Después, lo recomendable es dejarlo macerar al menos una hora en la nevera.
Después, mi consejo es pasarlo por un colador, ya que puede resultar un poco molesto tomar tu "mojito" con restos de frambuesa y hierbabuena, jajaja. Para una buena presentación, pasadlo a otro recipiente... ¡Ya veréis qué aspecto!
Desgraciadamente... no tengo fotos del resultado final, servido, así que os pondré una de un mojito sólo de pomelo. Para servirlo: poner mucho hielo en el vaso, una ramita de hierbabuena, algo para dar vueltas (una pajita está bien), echar la mezcla de mojito y echar gaseosa fresquita. Esto último, al gusto, para rebajar un poco el sabor, y el resultado es como un refresco. Se puede tomar, por supuesto, sin gaseosa y está delicioso. La vez que probé el mojito de pomelo fue sin gaseosa, y no la eché de menos. Pero yo procuro echar un poco.
Por supuesto, si podéis beber alcohol, a esta mezcla se le añade ron al gusto y perfecto.
Y ya lo demás son detalles: picar o no el hielo, poner una sombrillita, todo es posible.
¡ A disfrutarlo ! ¡Buena fiesta!
¡Buen provecho!
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